Sopas de sobre knorr pero de "res criolla". Mercado de Antigua.
Volvemos a desayunar en casa de Doña Luisa. Hoy no llueve pero no ha salido el sol que tuvimos ayer, así que no hay fotos tan buenas. Compramos el periódico nacional "Prensa libre" (un churro) y nos tomamos, además de la fruta y las tostadas, una tarta de anacardos buenísima. Adelgazaremos?
Hemos pensado adelantar la salida un día para llegar con tiempo al mercado de Chichicastenango, dicen que el espectáculo es ver cómo se prepara un día antes. Es el mercado indígena más antiguo de Centroamérica.
Compramos espirales para los mosquitos porque esta noche hemos tenido visitantes. Son raid, como las de allí, igualitas. Y un paquete de tabaco de la marca nacional, Payaso, pero mentolado. Está muy rico. A 9 Qz (0,9 euros).
Y luego nos vamos al mercado de Antigua, que no sé cómo será el de Chichi, pero éste ya es espectacular y gigante. Horas andando sin fin. Color por todos lados: en los vestidos, en las frutas, en las velas (les encantan, hay por todas partes). Nos tomamos un zumo en un chiringuito que dicen que lo hacen con agua embotellada. Volvemos a almorzar en el Weimar, el austríaco.
A las 2 nos recoge el shuttle que nos va a llevar directos a San Pedro, en el lago Atitlán. Nos tocan tres horas de viaje, parte por la famosa panamericana, una carretera infernal, llena de autobuses locos, que encima está en obras, y eso significa que hay muchos trozos literalmente sin asfalto, lo cual es horroroso porque está diluviando. Barro por todas partes. No sé cómo pueden conducir así. Alrededor nuestro selva y más selva, perros flacos por todas partes, niños vendiendo fruta y agricultores arañando lo que pueden a los pocos trozos de tierra que no están en pendiente. Mucha miseria a los lados del camino.
Llegamos a las 6 de la tarde a San Pedro, bajo un diluvio que no nos deja ver el lago, y por unas carreteras, una vez que abandonamos la panamericana, imposibles. Lo otro era una autopista, desde luego. Nos alojamos en el hotel Gran Sueño, el que vamos a echar nosotros...
Cenamos en el Shanti Shanti, un hindú que los días soleados debe de tener su encanto, pero que hoy no. Un sandwich y pollo al curri, que le cuesta a Mateo una gastroenteritis para los próximos días. A las 8 ya estamos durmiendo.
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3 comentarios:
Estamos entusiasmados con el blog que nos permite acompañaros en el viaje pero sin barro.Ya estoy esperando ansiosamente el gran PASE de fotos.¡Ojo con la ameba guatemalteca!Besos para los dos y que sigais disfrutando
he recibido tu correos y estoy aprendiendo ha mandartelo yo, esta Ana aqui y me lo está esplicando como va esto, porque yo te habia mandado un correos por lo que vemos no lo has recibido pero veo que lo estás pasando muy requetebien besos
:) besos para mis dos cibernautas. Estamos muy bien. De momento mantenemos a la ameba lejos.
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